23.2.08

PLAZA CAIRASCO




BARTOLOMÉ CAIRASCO DE FIGUEROA
(Las Palmas de Gran Canaria, 1538 - 1610) fue un poeta, dramaturgo y músico canario. Es el fundador de la literaratura canaria, en el marco de la literatura hispánica de su tiempo, no sólo por ser el primer escritor de nombre conocido, sino por haber incorporado a su obra elementos característicos de la cultura canaria tras la conquista de este archipiélago por parte de la Corona de Castilla, a finales del siglo XV.

Biografía:
Cairasco nació en Las Palmas de Gran Canaria, en cuya catedral fue bautizado el 8 de octubre de 1538 por el canónigo Alonso de Monleón. Era descendiente, por la vía paterna, de ítalo-nizardos, y por la vía materna, de canarios aborígenes.
En 1551 es enviado por su familia a la ciudad de Sevilla para formarse en letras y teología. Con tan sólo trece años toma posesión de una canonjía en la Catedral de Las Palmas. En 1555 amplía estudios en Portugal, posiblemente en Lisboa o Coimbra. Hacia 1570 comienza a cultivar el verso esdrújulo, del que llegó a ser su máximo representante, por lo que fue admirado por Cervantes y Góngora.
Durante más de veinte años desarrolló en su casa una tertulia humanística dedicada a Apolo Délfico. Asisten, entre otros, Leonardo Torriani, Abreu y Galindo, Antonio de Viana, Ambrosio López, Juan de la Cueva, Pacheco de Narváez, Gonzalo Argote de Molina y un largo etcétera. Mientras tanto, va ocupando diversos cargos eclesiásticos, llegando a ser, sucesivamente, secretario del Cabildo Catedral, desde 1572, Maestro de Ceremonias de la Catedral, así como Conyúdice del Cabildo y Obrero Mayor.
En 1595 defiende a Gran Canaria de los ataques del corsario Drake y en 1599 actúa como negociador en el ataque del corsario holandés Pieter van der Does, que arrasa la ciudad de Las Palmas.
En 1605 acepta la jubilación como prior de la Catedral de Canaria, que ya le había sido concedida años antes, en 1591. Tras haber otorgado testamento el 10 de octubre de 1610, fallece en su ciudad natal. Recibió sepultura en la capilla de Santa Catalina de la Catedral a la que sirvió tantos años.
Obras
Cairasco cultivó principalmente el verso, pero las primeras noticias sobre su obra se refieren al género de la comedia. En 1558 representó la que pudo ser su primera obra, un entremés para celebrar el día de la Asunción. El propio autor la destruyó tras delatarse al Santo Oficio, por considerar algunos pasajes de la obra blasfemos para la fe cristiana. Posteriormente, hacia 1576, representa una comedia en honor de la llegada a Gran Canaria del obispo Cristóbal Vela. Mientras tanto cultiva intensamente un tipo de verso que le dará la fama: el verso esdrújulo. Su maestría llegó a tal extremo que influyó decisivamente en la formación de Luis de Góngora, tal y como afirma uno de los más destacados críticos del autor cordobés, José María Micó (1990).
El 8 de mayo de 1582 representa la Comedia del Reçebimiento, encargada por el Cabildo Catedral un año antes para dar la bienvenida al nuevo obispo, don Fernando de Rueda. Se trata de una de sus obras fundamentales, en la que cimienta las bases de la literatura canaria posterior, al introducir el tema del aborigen canario, representado por la figura del insurrecto Doramas, o la mitificación de la Selva del mismo nombre, entre otros aspectos. En el texto, además, se insertan abundantes fragmentos escritos en la lengua aborigen canaria, lo que constituye un hecho singular en la literatura hispánica de su tiempo.
Otras obras teatrales suyas son: Tragedia y martirio de Santa Catalina de Alejandría, Comedia del Alma, y Tragedia de Santa Susana.
Hacia 1600 traduce la Jerusalem Libertada de Torcuato Tasso, en la que el autor añade, de su propia cosecha, más de cuarenta octavas reales para describir las grandezas del archipiélago canario.
Su obra cumbre, no obstante, será el Templo Militante, del que aparecieron cuatro tomos entre 1602 y 1614. Se trata de una especie de santoral cristiano escrito en verso y que conoció enorme popularidad a principios del siglo XVII. Aunque el cuarto volumen se editó póstumamente, esta obra gozó de múltiples ediciones, privilegio entonces reservado a unos pocos.
Una parte de la obra de Cairasco, sin embargo, todavía permanece inédita, como es el caso de la Esdrujúlea, colección de versos proparoxítonos que le dieron celebridad en vida.

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